sábado, 14 de junio de 2014

Viejas glorias (parte II)

Parte I 


Parte II


Rus – La clave está en lo humano. Es un factor tan importante que no podemos… obviarlo. No importa lo que digan las estadísticas mientras no se lo digan a un humano. ¡Es así de simple!

Beltrán – hmmm… ya veo, ya… ¡¿Pero qué coño estás diciendo?!

Rus – Joder, pues eso. Que el porcentaje de tiro de tres de un jugador solo importa si el que lo lee, lo escucha o simplemente lo sabe, es influido por ese dato. Si no le afecta, la estadística no vale para nada.

Beltrán - ¿Y eso que tiene que ver con lo de hacer “triángulo y dos” sin entrenarlo?

Rus – Pues todo Beli, todo. Cuando me diste el informe y empecé a mirar datos no paraba de pensar que nuestros rivales tenían unos números realmente buenos. Especialmente en los últimos partidos habían rozado la perfección reduciendo el número de pérdidas y con unos porcentajes altísimos de tiro. Se me estaba cayendo el mundo encima… y tú no parabas de hablar de sus últimos rivales y de cómo habían sido incapaces de frenarlos.

Rus hizo una breve pausa para beber. No paraba de dar pequeños sorbos de su wiski. Iba por el tercer doble y no parecía dispuesto a bajar el ritmo. Más bien lo contrario. Beltrán, en cambio, casi no bebía de tragos, solo apoyaba el fino cristal del vaso en sus labios y dejaba que unas gotas de aquel oro líquido resbalaran hasta la comisura de su boca. Luego hacía una especie de balbuceo mudo y tragaba saliva enérgicamente.


Rus – Yo sabía que nosotros no éramos mejores que todos esos rivales… No lo éramos. Y por muy bien que hubiéramos defendido el flash en el bloqueo no lo hubiéramos hecho mejor que el Valencia la semana anterior. Ni podríamos haber cubierto el balance mejor que los vascos. Ni estar más acertados que los canarios. Y a ninguno de los tres les fue suficiente.

Beltrán – Eso no lo sabes. No sabes si podíamos haberles parado el contrataque, ni si hubiesen podido parar nuestro carretón… ¿Y sabes por qué no lo sabes? ¡Porque no lo hicimos ni una puta vez! No te dio la Real gana y punto.

Rus – Pues no. Como ya te he dicho, la conclusión era obvia: había que hacer algo diferente. Lo más diferente posible a lo que ya sabíamos que ellos sabían hacer… Vaya, ahora no sé si me he liado…

Beltrán – Un poco. Pero da igual, te he entendido. Vamos, que te acojonaste.

Rus – Pues mira cara burro, te voy a ser sssincero…

La borrachera de Rus era notoria. Con la cabeza ladeada sobre la oreja derecha de su sillón y con los ojos prácticamente cerrados, continuó hablando cada vez más lento y torpe.

Rus - … la verdad es que al principio sí estaba acojonado, y seguramente por eso mi subconsciente entró en acción y tomo el papel protagonista. La intuición me dijo que virara el barco ciento ochenta grados, y para… para cuando mi conciencia despertó del shock, mis manosss… ya estaban… en el ti… en el... timón.

Beltrán espero quince minutos más en el salón, saboreando el wiski y viendo a su amigo roncar. Después se levantó despacio y caminó tambaleándose en dirección a la puerta. Justo antes de salir se volvió hacia Rus y habló en voz baja.

Beltrán – Gracias viejo amigo. Otro classic estupendo.




<<<<< FINAL >>>>>



No hay comentarios:

Publicar un comentario