sábado, 17 de agosto de 2013

Acepta el reto


Ven, juega conmigo, acepta el reto.

Vamos, enfréntate a mí y supérame.

No lo tienes tan difícil; solo has de entregarte por completo, solo tienes que darlo todo. Pero si es eso lo que te preocupa, debes escucharme atentamente porque algo no has comprendido bien.

No hay nada de complejo en darlo todo, no hay forma de fallar; pues ese todo es lo que eres, cuando lo miras y cuando no. Y nada de lo que te rodea forma parte de tu todo, solo tú. Y si vuelves a pensar en tus miedos, en lo que te frena para llegar a tu máximo, te darás cuenta que ninguno es parte de ti. Lo que te asusta es no llegar, o no atreverte, o no saber… y en cambio, de lo que yo te hablo es de ti, y ni tus pretensiones ni tus dudas ni las cosas que no sabes forman parte de ti. 

Vamos, mírate. Tienes mucho y lo puedes ofrecer a los demás. Y lo mejor es que lo que tienes y das, nunca lo pierdes; al contrario, lo aseguras.

Ven y entrégate, descúbrete, enséñate a los demás. Acepta el reto y supérame, con todo lo que tengas, que así el fallo no es derrota sino impulso y la victoria es solo el principio de la siguiente batalla.

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