jueves, 24 de marzo de 2011

Apuntes de metodología. Comparación con la construcción de un edificio.



Bajo estas líneas pretendo dar a conocer algunas ideas que me rondan sobre la secuenciación lógica de los conceptos que componen un contenido complejo de la parte de estrategia que puede tener nuestra planificación de un equipo de formación.

No me suelo preocupar demasiado por las planificaciones globales de mis equipos, pero esta vez no me refiero a esos tochos pastandcopyados que se tiene que entregar a los coordinadores antes, durante y después de la temporada. Me refiero a esa planificación corta, mental, que se hace cuando se pretende introducir alguna idea compleja nueva. Algo de estrategia que, sin perder de vista que estoy hablando bajo la perspectiva de la formación, amplía nuestras posibilidades competitivas. En otras palabras, cuando añades una defensa nueva, como una defensa zonal, cuando antes sólo defendías individual.

Y este tema no es fácil de exponer. En realidad, lo que no sé es si yo seré capaz de exponerlo de forma clara y tan organizada como la veo en mi cabeza. Espero que las palabras no le quiten vida a las ideas.

Para empezar, me gustaría comentar un dicho español: "Empezar la casa por el tejado". Sabias como siempre, las expresiones castellanas suelen tener una enorme conclusión si te paras a pensar un poco. Todo el mundo sabe que las casas no se pueden empezar por el tejado. Y creo que todo el mundo también sabe que antes del tejado van los cimientos (fundamentos). Hasta aquí, creo que todos los entrenadores hemos tenido algún pensamiento de planificación cruzado con esta idea... Pero, antes que los cimientos, ¿qué debemos hacer? Pues basta con mirar el mundo de la construcción (o un ideal de lo que debería ser) y darnos cuenta de que antes de los fundamentos de la casa, se hace un agujero. Así de simple. Un agujero. Se cava bien hondo y se te hace ver que ahí falta algo. Eso, traído al basket, yo creo que es "crear una necesidad". Si yo tuviese que introducir una nueva defensa en mi equipo, una zonal, por ejemplo, me aseguraría primero de crearles la necesidad de tener otra defensa diferente a la nuestra, que funcione de bajo otras condiciones y que tenga unas normas de funcionamiento internas diferentes a la defensa par a par. O sea, lo primero, crear una necesidad.

Después, en nuestro edificio en construcción, nos pondremos con los cimientos. Serán resistentes, bien arraigados y además, con el mayor grado de elasticidad y deformación que permita su función de resistencia. Esto son los fundamentos técnicos y tácticos diferentes que componen nuestra defensa zonal. Debemos aprovecharnos de que los fundamentos principales son compartidos con la defensa individual, pero no creo que debamos darlos por sabidos. Yo dedicaría sesiones a remarcar la importancia de ciertos valores, porque los valores también pueden ser parte de fundamentos tácticos, como la responsabilidad individual y el deber de auxilio (ayudas, a fin de cuentas). Y no me limitaría a hacer charlas sobre su importancia y cosas de esas, que también, sino que haría ejercicios de descubrimiento guiado donde la actitud subyacente a la solución óptima sea la sumisión al rol asignado o la colaboración, por ejemplo. Debemos saber que estos valores también deben ser resistentes, estar bien arraigados y ser todo lo flexibles que su seguridad permita. Las excepciones son tan necesarias como la misma norma, pero no deben nunca perjudicar a quienes cumplen la norma.

Hecho y asegurado el armazón de la casa, es la hora de cablear. Hay que interconectar las zonas de la casa y darles una relación interna que las estructure. Un mapa sencillo donde quede claro qué fundamento depende de otro y de qué manera. Por ejemplo, establecer que la luz que le llega a la cocina tiene su origen en el recibidor. O en el basket, que la ayuda es un fundamento que se sostiene y es ejecutable sólo si se cumplen altos grados de responsabilidad individual. Esto es, que si no somos capaces de acompañar al menos el primer bote de una penetración en 6'25 difícilmente vamos a tener a alguien que le de tiempo a hacer una ayuda en condiciones. Y si los fundamentos tenían que ser resistentes, arraigados y flexibles, ahora este cableado debe ser de última generación. Los argumentos que apliquemos para explicar la necesidad de ser fiel a ciertas ideas debe estar actualizado. Ser real y aplicable en el baloncesto de hoy y de aquí.

Con los fundamentos asentados y conectados, es hora de proteger lo trabajado. Hay que recubrir con ladrillo, pintar y colocar los detalles. Determinados gestos que ayudan a conseguir ciertos objetivos. Es la hora de la técnica individual  y colectiva. De optimizar las intenciones con movimientos concretos que aumentan los porcentajes de éxito. Pero no hemos acabado.

Ni la casa es casa ni el sistema es sistema hasta que se inauguran y se ponen en funcionamiento. El acto de inauguración debe ser acorde a la magnitud de la obra. Y en este caso, con un estreno en defensas zonales, yo haría fiesta de protocolo, cortando la cinta, destapando la placa o estampando la botella, pero hay que vender al pueblo (nuestros jugadores) la importancia del evento y del cambio que ello significa para nuestro equipo. Debo ilusionar y mostrarme seguro del producto, sin olvidar que el mantenimiento diario será clave para asegurar la durabilidad de la obra. Pero el trabajo necesario ya no es de creación, sino de cuidado.

Me gustaría concluir la entrada con un resumen de los pasos que he seguido en el proceso.

  1. Crear una necesidad. Aumentar la motivación.
  2. Introducir los fundamentos del contenido. Aquellas ideas sin las cuales el producto final no sirve para lo que fue pensado.
  3. Conectar los fundamentos mediante las relaciones de dependencia que existen entre ellos.
  4. Asegurar el correcto funcionamiento aportando gestos técnicos que ayuden al éxito.
  5. Dar por finalizado el proceso de producción y poner en funcionamiento. Iniciar proceso de mantenimiento.

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